martes, 30 de octubre de 2012

¿Se puede innovar en Prevención de Riesgos Laborales? 1ª Parte

En la siguiente entrada sobre Innovación contamos con la inestimable colaboración de Julio Fernández, gran profesional y con una dilatada experiencia en el asesoramiento y formación a empresas en el ámbito de calidad, medio ambiente y prevención. Como a él, os invitamos a colaborar en la redacción de entradas para el blog, con el fin de enriquecernos con el conocimiento que puedan aportar especialistas en distintos temas relacionados con prevención.

¿Está satisfecho con lo que le rodea en su entorno inmediato? Para simplificar el ejemplo restrinjamos la pregunta al ámbito laboral: ¿Se siente razonablemente cómodo en su trabajo? ¿Ha pensado cambiar alguna cosa que especialmente le desagrada o que es manifiestamente mejorable? Sea paciente, ya que no siempre se produce la conjunción entre la oportunidad del cambio y los medios para llevarlo a cabo. Pero, si hay cosas en nuestro entorno más inmediato que quizás puedan ser mejoradas con una pequeña inversión ¿qué motivo lleva a nuestras organizaciones a realizar importantes esfuerzos en I+D, cuando aplazan simples y pequeños cambios en lo más cercano? Las posibilidades son muchas: desidia, falta de recursos, desconocimiento, orden de prioridades, intereses ocultos, falta de comunicación. No se trata de justificar que invertir en I+D no sea necesario mientras existan otras prioridades, nada más lejos de la realidad, se trata de estudiar qué falla en lo cotidiano para que no se solucionen los problemas más cercanos.


Innovación es la habilidad de las personas para cambiar y mejorar su entorno, ya sea creando objetos novedosos o diseñando nuevas formas de actuación, a veces aplicando pequeñas alteraciones a lo que ya existe, otras mediante modificaciones sustanciales y, en el caso extremo, desarrollando algo radicalmente nuevo. Un claro ejemplo se puede ver en el documental “The conquest of cold-PBS”. Incluso innovación es usar algo conocido en una nueva aplicación, por ejemplo los códigos QR en seguridad industrial.

La innovación tendrá éxito, por simple economía vital, cuando el cambio propuesto aporte valor o ventaja sobre lo que ya existe (belleza, comodidad, seguridad, etc), y será incorporado a nuestra vida cotidiana produciendo la sensación de haber estado siempre ahí ¿Recuerda su vida en la cocina antes del microondas?

¿Y antes del teléfono móvil?


El apetito innovador del ser humano por sobrevivir y resolver conflictos es el artífice de la evolución de la humanidad. Desde el desarrollo de la habilidad para hacer fuego, al cultivo de cereales o la domesticación de animales tras la última glaciación, hasta cualquier cosa cotidiana y las que aún están por llegar, absolutamente todo lo que nos rodea, tómese su tiempo para mirar a su alrededor, fue alguna vez fruto de la innovación: es una capacidad inherente y consustancial al ser humano.



Para ampliar esta tesis le recomiendo ver el documental “The Genious of Design: Better living through chemistry-BBC”. ¿Innovación de quién, si no de gente normal como Ud o yo? Si acaso la única diferencia es que ellos, por circunstancias vitales, se enfrentaron a un problema y se atrevieron a proponer una solución.


La legislación sobre Prevención de Riesgos Laborales establece una serie de condiciones mínimas para salvaguardar la vida y la salud de los trabajadores. A lo largo de la historia, estas condiciones han cambiado en función del conocimiento científico-técnico alcanzado en cada momento, fruto del descubrimiento de la relación entre los efectos adversos y determinadas prácticas o sustancias, y de la I+D aplicada. España, desde su incorporación a la Unión Europea en 1986, forma parte de un ordenamiento jurídico homogéneo que afecta de una forma u otra a los más de 500 millones de habitantes en sus actuales 27 Estados miembros. ¿Es consciente de la innovación que supuso en 2006 el Reglamento REACH? Las Leyes, como reflejo de las necesidades de la sociedad que las promulga, promueven la innovación, ya que los nuevos límites y obligaciones impulsan el progreso para alcanzarlos en las mejores condiciones.


La innovación en cualquier ámbito profesional requiere la observación sistemática del entorno y la recopilación ordenada de la información obtenida, en este caso en lo relativo a las condiciones del trabajo: sustancias empleadas, formas de aplicación, etc. A partir de una imagen fidedigna del entorno se puede proponer una modificación para su mejora, mediante el diseño de una alternativa novedosa, su implementación, nueva observación y análisis de los resultados obtenidos, para nuevamente proponer y aplicar las modificaciones necesarias (proceso conocido como ciclo de Deming). De otra forma, la única innovación posible solo sería debida a la casualidad o la buena fortuna, si su aplicación produce un efecto beneficioso.


La organización, esa actitud de las personas opuesta a la improvisación, no tiene que estar restringida a los sofisticados centros tecnológicos o a la industria productiva, si no que debería alcanzar a cualquier individuo de la sociedad moderna. La correcta aplicación de la norma de calidad ISO 9.001 está orientada hacia la recopilación sistemática de datos sobre el entorno en que se aplica, para la optimización de los productos y servicios que lo constituyen, al igual que en el campo de la gestión del medio ambiente la norma ISO 14.001, o en la gestión de la salud y la seguridad laboral la norma OHSAS 18.001. En una entidad donde conviven varias personas, no se tratan de simples trámites burocráticos para satisfacer la auditoría periódica y los requisitos del cliente, sino herramientas normales que debidamente incorporadas a la forma de trabajo habitual, aceptadas e interiorizadas por el personal, conducen a la innovación de forma natural aun sin necesidad de una certificación externa, simplemente con la aplicación del modelo. Solo se puede mejorar aquello que se conoce, y este proceso en un colectivo debe hacerse con método y orden ¿Realiza de forma sistemática análisis DAFO para valorar las alternativas? ¿Aplica la metodología de las 5S en su lugar de trabajo? ¿Conoce la norma UNE 166.001 sobre gestión de la I+D+i?


Poner en práctica la innovación individual es muy simple, pero en un grupo esta misma acción se complica ante la necesidad de integrar los diversos intereses personales no siempre visibles, confesables o incluso legítimos. Las personas son innovadoras por naturaleza, pero las organizaciones, como agrupaciones de personas, tienen la llave para potenciar o inhibir esta habilidad del individuo. ¿Sería aplicable el cuento 32 de El Conde Lucanor, por lo que sucedió a un rey con los burladores que hicieron el paño?

“A quien te aconseja encubrir de tus amigos

más le gusta engañarte que los higos”

Continuará...

 
Julio Fernández, Doctor en Ingeniería Química, técnico en PRL y calidad

Innovación, Desarrollo e Ingeniería, S.L.

lunes, 15 de octubre de 2012

Higienistas, "hacer de detectives"



Cuando doy alguna jornada técnica o taller sobre las metodologías al alcance de los técnicos de prevención de riesgos laborales y, más concretamente de los higienistas, destacamos los distintos tipos de mediciones, las metodologías simplificadas, la encuesta higiénica, etc., pero al final siempre me gusta destacar que tan importante como saber utilizar todas estas herramientas para solucionar los problemas en las empresas, hay que destacar el criterio profesional, la experiencia y la sagacidad del higienista, o sea, saber "hacer de detectives".


Ante la investigación, por ejemplo, de las causas de una enfermedad profesional o un efecto adverso determinado para la salud de un trabajador, hay que valorar muchos datos y factores, por supuesto hacer una completa encuesta higiénica, decidir la información necesaria a recabar, si se realizarán mediciones que nos puedan ser útiles para solucionar el caso, etc., pero siempre hay que tener la mente muy abierta y evitar que ciertas informaciones o formas de actuar nos puedan llevar a pistas falsas e incluso ideas preconcebidas nos pueden impedir llegar al fondo del problema y, por tanto, dejar de dar una adecuada solución.


Me gusta explicar un caso de un gran compañero y profesional, como ejemplo de la sagacidad y el empecinamiento en querer llegar al fondo del problema y solucionarlo.


A mi querido compañero le llamó una empresa química porque había un trabajador que cuando llegaba a su puesto de trabajo, casi de una forma inmediata sufría una serie de efectos adversos, enrojecimiento de cara y manos, con una irritación destacable.


Mi compañero fue a la empresa y vio que el trabajador después de entrar en el recinto de la fábrica y casi a la par de entrar en una zona de almacenamiento de productos químicos sufría los efectos antes descritos.


En el almacén, os podéis imaginar, había cientos de sustancias y mezclas, lo cual conllevaba un trabajo de análisis bastante laborioso para detectar aquellas sustancias que pudieran provocarle los mencionados efectos.


Además de pedir las fichas de datos de seguridad y demás información necesaria, los médicos que visitaron al afectado habían pedido pruebas de sensibilización. Mi compañero, antes de liarse más, decidió seguir al trabajador desde que entraba en la empresa y ver como trabajaba, acompañándolo en todo momento para detectar las posibles causas de los efectos.


Se pegó el madrugón, porque empezaba el turno a las 6 de la mañana, el trabajador fichó, pasó por el torno de control, y se dirigió hacia el almacén por una camino de una decena de metros que atravesaba un jardín. Iban analizando cada paso, todo lo que había alrededor y cada una de las acciones realizadas. Inmediatamente después de cruzar el jardín y justo antes de entrar en el almacén manifestó los efectos. La sagacidad de mi amigo higienista y quizá se haya perdido un gran detective, vio en el jardín unas plantas gramíneas. Se eliminaron y se acabó el problema.


Puede ser que sea un caso extremo y que también hubo una parte de suerte, pero si que es ilustrativo de la labor del higienista, realizar una completa encuesta higiénica, tener una mente abierta para no dejar de lado ningún factor y no dejarse llevar únicamente por la idea más evidente, como por ejemplo los productos químicos del almacén, una idea preconcebida que a parte de haber tenido que analizar cientos de fichas, quizá también se deberían haber realizado  mediciones caras y largas o aplicar otras metodologías, pero que difícilmente ninguna de ellas hubiera dado con la solución.